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Mis historias en primera persona

RUMBO A PLAYBOY 2

MIS HISTORIAS EN PRIMERA PERSONA

CONCURSO PLAYBOY PARA EL MEJOR VIDEO CORTO XXX LATINO

 

En el primer intento para llegar a Playboy, mantuve mi encentro con Kenny en el baño y seguramente ya vieron la historia y las fotos de las escenas que grabamos. Fue un hermoso encuentro donde aprovechando su gran miembro practicamos sexo anal en varias poses y terminamos con un hermoso baño de semen en mi boca, aunque también me regó el pelo y parte de mi cara con sus tremendos chorros.

Sin embargo, no quedé conforme con el resultado. Por eso llamé a otro amigo para que me diera una mano con el asunto y lo invité a que me cogiera para hacer un video para Playboy, porque quería ganar un concurso que ellos estaban promocionando. La tarea no era difícil, le pedí que me cogiera de varias formas, tanto vaginal como anal, que hiciéramos varias poses y finalmente me diera toda la leche en la boca. ¡Y aceptó!

Llegó a mi departamento con cierta timidez y seguramente con un mar de pensamientos acerca de lo que tenía que hacer. En estos casos, el cerebro es el primero que se calienta y no deja de enviar señales al cuerpo, crear imágenes mentales y “ratonear”. Así que sabiendo lo que se le cruzaba por la cabeza, no tardé en tocarlo y pedirle que se baje los pantalones para ver cómo estaba su “amiguito”. Les adelanto que los nervios le jugaron una mala pasada y tardó un poco en reaccionar, pero como soy una experta en “despertar amiguitos” le di una tremenda mamada hasta que se puso duro como un garrote.

En un rápido movimiento me quité la bombacha para mostrarle en todo su esplendor mi culo, al que abrí con mis manos para que quedara expuesto mi agujerito. Ya con la cámara en la mano, filmó mi intimidad con la mayor cercanía posible, para tener un primerísimo plano de mi culo y concha que estaban abiertos. Sé que eso lo calentó mucho porque no podía sacar los ojos de allí, pero debo confesar que abrirme el culo también me calentó a mí, así que mis labios vaginales empezaron a humedecerse. Mientras tanto, me metí algunos dedos en el culo como para dilatar la zona.

Ambos estábamos listos, él con la pija dura y yo con la concha mojada y el culo dilatado, así que empezamos a hacer poses con penetración vaginal primero y pasamos a las penetraciones anales casi sin pensarlo. Me clavó en 4 patas, también recostada sobre la cama, de pie apoyada contra la pared, con las piernas en sus hombros, etc. Cada movimiento era filmado con la cámara que sostenía con su mano derecha, y aunque a veces se le complicaba cogerme y filmarme a la vez, en general el resultado fue bastante bueno.

Entre poses y mamadas habrían pasado ya una media hora hasta que decidimos que era suficiente.  Me recosté sobre un sofá justo al lado de la ventana para tener una buena iluminación y él se subió arriba, con las piernas a los lados de mi cuerpo y la pija justo arriba de mis tetas. Empezó a pajearse… ¡qué buen momento! …mientras yo me relamía por la leche que me iba a tomar. Estos momentos previos a un buen lechazo los espero con muchas ansias, así que mientras él seguía pajeándose, algunos de mis dedos recorrían mi vulva y se hundían en mi vagina.

Finalmente, él se tira hacia adelante con señales inequívocas de que iba a acabar y cuando me dice “ahí va” abrí bien grande la boca para recibir el néctar. El primer chorro cayó directo en mi lengua e inmediatamente salieron varios chorros que pintaron toda mi boca, mi nariz y parte de la cara de blanco. Con mis dedos también empapados en leche comencé a arrastrar la leche que estaba fuera de mi boca hacia adentro, para que nada de lo que estaba desparramado se desperdiciara y entre esos movimientos y chupándome los dedos logré que casi toda la leche estuviera dentro de mi boca. Se la mostré, la saboreé y finalmente la tragué. Para terminar, le di unos besos tiernos en la cabeza de la pija que aún latía, le pasé la lengua para recoger unas gotitas que aún estaban en la punta y sonreí por el buen momento que acababa de pasar.

Esta fue la segunda filmación que hice para presentar en Playboy y después de editarla y analizarla decidí que tampoco estaba a la altura de lo que necesitaba para presentarla. Así fue que decidí hacer una tercera filmación, que sería la definitiva. Pero eso será otra historia. Les dejo unas imágenes de ese encuentro.

Gloria.

Rumbo a Playboy
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