¿Quién de ustedes alguna vez en un telo o en una casa contigua no puso su oreja junto a la pared para escuchar esa cogida de los vecinos? La fantasía que les despierta el gemido de las mujeres, los golpes de las embestidas y los chirlos en las nalgas es algo que supera cualquier imagen. Por eso los dejo escucharme en mis momentos más calientes, como si estuvieran detrás de mi puerta cuando yo estoy en plena acción. ¡Espero que los disfruten! - GLORIA
PRÓXIMAMENTE empezaré a cargar los audios de mis encuentros. SALUDOS.
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