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Mis historias en primera persona

EL CASTING DE ARNOLDO

GARDELHAT

HISTORIAS EN PRIMERA PERSONA

GLORIA PARQUE

Me puse un buen perfume, me arreglé las uñas, el pelo y me maquillé. Me calcé un portaligas, medias largas de encaje blanco y un corpiño sexy que hacía juego con mis zapatos, esos que son fetiche en mis videos.

Suena el timbre y hago pasar el chico del casting que entró dando pasos lentos, como con una mezcla de miedo y timidez, muy común entre los chicos que llegan a mi departamento por primera vez para ser puestos a prueba frente a una cámara y frente a mí, con el desafío de lograr una erección y acabar donde yo le diga.

Así empiezan los castings y Arnoldo no fue la excepción. Se sentó en una silla frente a mí, yo me tiré boca abajo en la cama para interrogarlo, para saber de él, de sus deseos y fantasías y especialmente su propósito para hacer el casting. El chico pareció muy educado, de buen cuerpo y aunque tímido no dejó de manifestar su deseo de estar conmigo íntimamente.

Después de unos 10 minutos de charla donde de a poco entramos en tema, le pedí que me dejara disfrutar la pija y que al final quer{ia la leche en la boca, lo cual le pareció muy bien. Enseguida le pedí que se quitara los pantalones mientras yo me sentaba en una silla frente a él. Quedó en bóxer y pude ver su cuerpo bien desarrollado y un bulto por debajo de esa prenda que me dio curiosidad. Le pedí que me mostrara lo que tenía ahí guardado y de un tirón se lo quitó dejando a mi vista una linda pija, no muy grande pero de tamaño aceptable, de buena textura y ya casi lista para chupar.

Le pedí que se arrime a mí, le acaricié las bolas con una mano haciendo rascaditas con las uñas y mirando esa cabeza brillosa que ya estaba más que lista para un chupón. Pero le di tiempo al deseo y solo lo acaricié durante un rato, un poco los huevos, luego el tronco y de a poco me llegaba ese típico olor a pija limpia pero caliente, más brillosa que nunca y con algo de líquido saliendo de su punta.

Al final ni él ni yo aguantamos las ganas y empecé a lamerle los huevos mientras lo miraba a los ojos, le chupé el tronco de ida y vuelta durante un momento y al final me metí la cabeza en la boca. Me llenó la lengua de dulzor con su flujo y pude sentir esa suave textura de una pija dura que froté contra mi lengua y paladar, dando volteos con la cabeza (mi cabeza) para darle una sensación de roce más importante mientras empecé a succionar hasta que mis cachetes se hundieran en mi cara.

Ese día no iba a coger, estaba decidida. En vez de eso, quería darle toda mi atención a una buena mamada, de esas que quedan en mi mente y que con los ojos cerrados puedo vivenciar nuevamente. La cámara seguía de cerca cada uno de mis movimientos al igual que la mirada de Arnoldo, que parado frente a mí aceleraba cada vez más la respiración y endurecía la pija.

Una mamada suave puede hacerse por muchos minutos sin que alcance el orgasmo, así que le di tiempo suficiente como para que ese semen se junte ahí adentro y cargue esa pija con todo el líquido posible. Sé que el oído juega un gran papel en la calentura, así que además del ruido de la mamada, a cada momento le decía que iba a disfrutar de la leche y que era en la boca donde la quería.

El chico no daba más y empezó el movimiento típico que hacen los tipos antes de acabar, acelerando el movimiento de la cintura, como cogiéndome por la boca, hasta que para rematar se empieza a hacer la paja justo frente a mi cara. Menos de un minuto después arrima la cabeza de la pija a la lengua, que yo sacaba bien fuera de mi boca, hasta que al fin empezó a salir esa leche condensada que no solo llenó mi lengua sino que colmó mis labios y un poco más.

Bien empapada de leche, seguí mamando y lamiendo todo aquello, jugando con la pija mientras me la fregaba por los labios y alrededor de ellos, justo cuando vi que mis dedos rebasaban de leche también así que los chupé. Intentaba meterme toda la leche en la boca pero era tan espesa y pegajosa que era difícil quitarla de los dedos, así que miré a la cámara y tiré unos besos bien cremosos, de esos que aún hoy me gusta mostrar.

Arnoldo superó la prueba y lo convoqué para otros castings de otras chicas, y cumplió muy bien, como esperaba. Se ganó un lugarcito en mi repertorio de mejores videos y hoy es protagonista de esta historia en primera persona. Les dejo algunas fotos acá pero mejor si buscan el video en mi galería. Besos.

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