Mis historias en primera persona
6 PIJAS CONTRA MI
GARDELHAT
HISTORIAS EN PRIMERA PERSONA
GLORIA PARQUE
Hace algún tiempo junto con mi amiga Maru decidimos darnos un gustito e invitamos a 5 chicos para que vengan a cogernos. Preparamos mi departamento y nos pusimos nuestros mejores perfumes para recibirlos. Eran las 5 de la tarde cuando empezaron a llegar con entusiasmo y se sirvieron de algunas gaseosas que habíamos preparado para recibirlos.
Al principio se mostaban tímidos y para despertarlos un poco improvicé un baile erótico donde poco a poco fui sacándome la ropita hasta quedar desnuda y tocándome para exitarlos. Mi amiga Maru aprovechó para tocarme un poco frente a ellos que miraban atónitos la escena lésbica.
Los chicos empezaron a sacarse la ropa y mientras algunos ya estaban desnudos y con sus pijas duras, otros más tímidos aún conservaban los calzoncillos y se los veía asustados. Así fue que encaré un chico que no terminaba de animarse y le di una buena sesión de sexo oral tratando de que se le parara (foto1). De a poco ese miembro empezó a dilatarse hasta que adquirió una dureza interesante al tiempo que algunas gotitas de flujo empezaron a llegar a mi lengua con ese dulzor que tanto me gusta sentir. Mientras tanto alguien me metía sus dedos en la concha y me pajeaba con paciencia viéndome chupar la pija del chico tímido.
Perdí de vista a mi amiga Maru pero sentí los golpes de una buena cogida que le estaban dando y sus quejidos que daban señal de goce. Para ese entonces me concentré en chupar las pijas de los demás alternando unos y otros a medida que se acercaban a mi y me la arrimaban a la cara. Uno de ellos, el más entusiasta, empezó a cogerme por la boca metiendo y sacando la pija hasta la garganta y dando señales de máxima calentura. No tardó ni dos minutos cuando me largó tremendo polvo en la boca llenándomela de leche blanca y espesa como un yogur (foto 2). Como algunos se arrimaron para ver el espectáculo, abrí mi boca para que todos puedan ver esa crema dando vueltas por mi lengua, la dejaba chorrear un poco fuera de mi boca, la volvía a sorber y así jugué un ratito hasta que le di un buen trago y mostré mi lengua limpia y mi boca vacía. ¡Exquisita! -dije, y todos sonrieron con placer, pensando seguramente que haría lo mismo con ellos.
Lo que siguió después fue una secuencia de mamadas y penetraciones que se iban sucediendo, a veces en una pose y luego en otra, a veces me penetraba sólo uno, a veces mientras uno me cogía otros me ponían la pija en la boca (foto 3). Realmente etaba muy ocupada y casi no tenía tiempo de ver a mi amiga maru cogiendo con el resto, salvo un momento en que uno de los chicos gimió muy fuerte mientras le acababa en la boca y pude verla gozar ese momento. Aproveché para hacerme algunas tomas con varias pijas en la boca y hasta 3 simultáneamente pude hacerlo mientras un cuarto chico me la metía por el culo (foto 4). ¡Momento sublimes si los hay en mi historia!
Aprovechamos para hacer algunas fotos grupales y guardo ternura para una donde todos me rodearon apuntándome con sus pijas a mi cara mientras estaba arrodillada en medio de todos ellos. De paso repartía lamidas a esas cabezas de las cuales pendían gotitas de flujo, de esas que salen cuando están muy calientes. Aún hoy recuerdo lo fuerte que me latía el corazón mientras transcurría la escena y todo era motivo de risas y disfrute (foto 5).
Más adelante volvimos a la cama para terminar de coger y ahí dieron riennda suelta a sus impulsos naturales, metiéndomela por todos los rincones de mi cuerpo. Siempre con un par de pijas en la boca me daban por la concha y el culo alternándose y rotando como una calicita alrededor mío. Me tomé un par de leches más y poco a poco fueron saliendo del juego los que ya no tenían energías para darme.
Al final, cuando parecía que todo había teminado, estaba hablando con algunos mientras tomábamos un poco de gaseosas y uno de ellos me dice al oído que no había acabado y esparaba coger él solo conmigo. Me tomó de la mano y no puse ninguna resistecia mientras me llevava a la cama nuevamente. Me dió un buen servicio oral lamiendo mi clítoris durante un buen rato y le devolví el favor chupándole la pija y los huevos hasta que estavo bien a punto. Hicimos varias poses, desde el misionero hasta el perrito, desde cucharita hasta patitas al hombro y todo se snetía bien porque tenía una pija ancha y bien dura que no daba dificultades. Después de varias poses decidió cambiar por sexo anal y me estuvo pepetrando bien hasta el fondo durtante unos 10 minutos mientras el resto conversaba en el living y daba un vistazo de lo que pasaba en la cama.
Para terminar, me tendí boca arriba y él empezó a masturbarse sobre mi cara. Aprovechaba para lamer su cabeza y sus huevos cada vez que podía para ayudarlo a acelerar la eyaculación. Finalmente noté su estremecimiento y supe que venía ese torrente a mi boca, la cual abrí para que caiga toda adentro. Varios chorros de leche sentí que rebotaban en mi lengua y paladar (foto 6) hasta que terminó de acabar y empecé a darla vuelta por mi boca, intentando demorar la ingesta un tiempo para que vea su leche en mi boca. Después que se la mostré bien y vi lo satisfecho qu estaba de ver esa escena, la tragué en señal de agradecimiento por tan maravilloso regalo.
Al final sacamos cuentas con mi amiga y cada una se cogió a los 6 chicos, pero yo recibí 4 lechazos y ella solo 2, tadas en la boca, lo que significó una jornada llena de saludables vitaminas y amiboácidos para mi cuerpito.
Les dejo algunas fotos de ese encuentro. Espero les guste la historia.