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Mis historias en primera persona

Cómo me hice actriz XXX

Esta es mi historia, pero podría ser la tuya.

 

¿Mirás porno? ¿Te imaginaste alguna vez participando en un video xxx? Y si hoy se te diera la oporrtunidad de participar, ¿Lo harías? Hace muchos años me enfrenté a esas preguntas y a las tres las respondí con un sí. Sí miraba porno, sí me imaginaba participando y sí aproveché una oportunidad que se me presentó, o mejor dicho, que busqué. ¿Querés saber qué se necesita para participar en un video xxx?

Todo empieza cuando el sexo deja de ser un tabú, es decir, cuando cada quien empieza aceptar lo que le gusta y puede hacerlo explícito. Los varones en general tienen más facilidades para expresarse al respecto, y aunque con muchas excepciones, son quienes suelen ser más explícitos a la hora de decir lo que les gusta. Sin embargo, la gran mayoría no pasa de contar algunas anécdotas entre amigos o abrirse frente a su pareja diciéndole qué es exactamente lo que le gusta que le hagan o lo que le gusta hacer.

Hasta acá estamos dentro de cierta normalidad, donde cada quien conoce su límite a la hora de exteriorizar sus deseos íntimos. Pero si tu intención, sueño, fantasía o deseo es entrar en el mundo de la pornografía, esos límites son un obstáculo a vencer. Y esto vale tanto para hombres como para mujeres. Pero a no desesperar, porque la transición puede hacerse en forma paulatina midiendo y tensando los propios límites.

No me caben dudas que si estás leyendo esto es porque el sexo es algo más que un mero acto de amor con el objetivo de reproducirte, incluso algo más que un acto carnal entre vos y tu pareja y sé que quisieras ir un poco más allá. Si te gusta sacarte fotos o hacer videos con tu pareja o firmarte solo o sola mientras te masturbás acabas de dar el primer paso, pero si te animas a mostrar ese material a terceros entonces estás un poquito más cerca del objetivo. Otro paso importante es evitar la vergüenza de que un tercero te tome fotos o grabe videos en tu intimidad y, finalmente, ser absolutamente explícito con el lenguaje te llevará al siguiente nivel.

Diciendo y haciendo.

Empecé a mirar porno en mi adolescencia y con ello fui sumando fantasías hasta que la vida me dio la edad en la que los chicos empezaron a interesarse en mí. Antes de mi primera relación ya había visto decenas de escenas donde las actrices mamaban a sus compañeros y les tomaban la leche, hacían todo tipo de poses y se dejaban coger por todo lados. El mapa sexual mental ya lo tenía completo así que lo único que tuve que hacer es llevar a cabo aquello que la fantasía me dictaba. En mi primer encuentro me dejé llevar sin prejuicios y recreé lo mejor de aquellas escenas que tanto admiraba. Desde el primer momento mamé esa pija como si siempre lo hubiese hecho, recibí la leche con pasión, la mostré y me la tragué. No solo eso, le dije lo rica que estaba y que quería más. No mentía, quería más. Me dejé coger por la concha en varias poses, se la mostraba sin vergüenza, se la ofrecía. Un tiempo más adelante hice lo mismo con el culo, dándolo como parte de cada encuentro para sentirme completa en el sexo. Desde entonces, no pierdo ocasión de decir lo que me gusta, de pedirlo y, en ocasiones, de exigirlo.

Pasaron muchos años y experimenté con muchos chicos, cada vez más convencida de lo mucho que me gustaba coger y sintiéndome segura de ser yo en muchas ocasiones la que proponía la relación. Solté el lenguaje y pude decir exactamente lo que quería en cada ocasión: “cogeme”, “acabame en la boca”, “haceme el culo”… pasaron a ser expresiones que podía y puedo decir sin ninguna dificultad. Luego llegó el momento de decir otras cosas, como “sacame una foto”, “Filmame”… con lo cual ya no sólo veía porno sino que disfrutaba viendo mis propios videos. Empecé a coleccionar videos y fotos íntimas que lograban excitarme cada vez que las veía –y aún ahora lo hacen– y en la medida que los celulares mejoraron sus cámaras los videos también lo hacieron, al punto que competían en calidad con los que yo acostumbraba ver en los sitios de internet.

Se me ocurrió entonces dar otro paso. Invité a 2 amigos a mi casa una noche que estaba sola y disfruté del sexo con ellos, probando por primera vez qué se siente ser cogida mientras chupaba la pija del otro, que dos tipos jugaran en el mismo momento con mi concha y mi culo, y finalmente que me la metieran los dos al mismo tiempo, en lo que fue mi primera experiencia de doble penetración amateur.

Del dicho al hecho

¿Qué si me gustó? ¡Me encantó! Y entonces me dije que debía hacer algo más al respecto. Llamé a una productora de cine xxx argentino, me presenté y les dije que quería probar con un casting. Me citaron para unos días después y me presenté con los nervios de una primera cita, toqué el portero, subí por el ascensor y toqué el timbre del departamento. Me recibió el productor, me hizo pasar y me explicó en qué consistía el casting.

Pero yo ya lo sabía porque había visto muchos castings de chicas que se presentaban en el set (una habitación con un colchón en el piso) y eran cogidas por uno, dos o más actores, todos ellos bien dotados y físicos trabajados. En esos castings en general la chica se presentaba, se desnudaba, mostraba las tetas, la concha y el culo -que en ocasiones abría con sus manos para mostrarlo en detalle-. Luego entraban los actores y ella les chupaba las pija. Luego uno de ellos la empezaba a coger sin que el otro dejara de meterle la piza en la boca. Luego se intercambiaban y empezaban las poses más osadas, donde la chica se contorsionaba para que la penetraran de todas las formas posibles. A veces le hacían doble penetración y con eso llegaban a lo máximo de la fantasía femenina, con dos pijas adentro mientras con las manos los chicos no dejaban de tocarle el cuerpo, en especial las tetas. La escena siguiente siempre era que ambos chicos se pajeaban muy cerca de la cara de la chica y en sincronía le daban una buena dosis de leche en la boca, la cra y las tetas. Un final feliz esperado por ella, sin dudas, tanto como ellos.

Así que casi no lo escuché, porque no necesitaba hacerlo. –“Para eso vine”, le dije, me solté el vestidito y quedé en ropa interior. Me dirigí al colchón que estaba en el piso y me recosté, mientras él tomaba su cámara de fotos. En eso llega su asistente, entra al departamento y sin pérdida de tiempo empieza a hacerme fotos. Lo que sigue es lo que se imaginan, me hizo mamar su pija un buen rato y luego se enfocó en hacerme el culo. El asistente tomaba fotos pero yo casi no notaba su presencia, salvo cuando me pedìa que me abra las nalgas para que el culo se viera de manera clara. Me dio en cuatro patas, con patitas al hombro, en cucharita, y algunas poses más, nada fuera de lo común, hasta que el final me preguntó si me bancaba la leche en la cara. –“Sí, la quiero”, le dije. Y la quería. Me preparé mientras él se pajeaba sobre mis tetas hasta que empezó a cubrir mi cara con sus chorros, unos por el pelo también y algo en la boca. Cuando terninó de acabar lamí la pija para no desperdiciar nada, me reí y le dije –“me encantó”. Y me había encantado. Me citó para un segundo encuentro y esta vez me filmó. Luego una tercera vez, y hasta le chupé la pija a camarógrafo mientras él me cogía. Al final, alcancé la meta cuando conocí a mi actor favorito y pude coger con él. Un tipo grandote, muy fuerte, que coge como bestia, que tiene una pija grande y cargadísima de leche. Se siente bien cuando el esfuerzo da resultados, y vaya que me los dio.

Moreleja

Si superaste tus obstáculos mentales, inhibiciones y miedos lo único que tenés por delante es aprovechar cada oportunidad para entrar en este mundo. Para ello hay mucho para hacer, por ejemplo, empezar por hacer videos caseros y compartirlos en redes privadas al principio e ir ampliando el público en la medida que lo que hagamos nos gustaría que lo vieran. No esperés aprobación, sólo tenés que hacerlo.

Un segundo caso es hacer un casting para experimentar tener sexo delante de un tercero que te esté filmando, lo que es un gran paso adelante. En general, vas a tener que pagar para ello, pero eso es evidente porque ninguna actriz cogería gratis con vos solo para darte el gusto. Sería muy ingenuo pensar así. Pero parar por coger es un gaje del oficio, porque quien no apuesta no gana nada. Como te conté, tuve que cogerme al director del primer casting que hice y más de una vez hasta llegar a mi actor favorito, pero el resultado final valió la pena, porque era mi objetivo. Objetivos claros allanan el camino.

¿Te gustaría probar? Si decís que sí, entonces no hay nada que pueda pararte, pagá ese casting y que el deseo se transforme en carrera o al menos que te sirva de experiencia. No esperes a que pase el tiempo para que en unos años te arrepientas si la vida ya no te da esa oportunidad.

Puedo ayudarte si estás dispuesto a pagar el costo. Mandame foto o video cortito presentándote a gardelhat@gmail.com y si me gusta te llamaré. Será entre vos y yo pero bajo la atenta mirada de mi filmaker. Podés cubrirte el rostro con una máscara y mantenerte en silencio si por alguna razón no querés ser reconocido, pero lo importante está debajo del ombligo y cómo te movés. Luego te diré si estás preparado para este rubro. Y si sos chica, también mandame alguna foto o video para que te conozca. Quizás también podamos hacer algo juntas. O simplemente para que te presentes. ¿Te espero?

Gloria Parque.

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